Ya estoy aquí!!! (En castellano)
Hola a todos,
Ahora tengo un ratito para escribir todo lo que me ha pasado estos últimos días que, como sabréis, han sido muchas cosas. ¿Por dónde empezar? Pues por el principio...
Sábado 14 de enero de 2006
El sábado por la mañana acompañé a mis papás a la peluquería de la Pili, la prima de mi madre. Papá necesitaba realmente un cambio de look ya que llevaba el pelo muy largo. Estando allí me entraron unas ganas locas de salir, quizás es que yo también quería cortarme el pelo!!! Así que decidí lanzar una patadita por aquel agujerito que ponía "Exit". Entonces oí el siguiente diálogo:
Mamá: "Jordi, no me encentro muy bien."
Papá: "¿Quieres que vayamos al hospital?"
Yo me puse a gritar: "SIIIIIIIIIIIII" pero nadie me oía...
Mamá: "Pili, nos vamos al médico ya que no estoy muy fina"
Pili: "Sí, sí, iros que allí estaréis más tranquilos"
Entonces me subí al Scenic y noté como volvíamos hacia Barcelona.
Papá: "¿Entramos por las rondas y pasamos por casa? Así podemos ir a buscar los papeles del embarazo y de paso podemos coger la canastilla y las cosas por si las moscas..."
Mamá: "De acuerdo, pero no cojamos nada. No creo que lo necesitemos. Total, ¡¡¡todavía faltan 3 semanas para salir de cuentas!!! De momento solamente siento una presión aquí abajo... "
Papá: "Igualmente lo cogeremos y así ya lo tenemos en el coche..."
Papá: "San, ¿qué tal estás? Es que estamos en reserva y creo que sería buena idea que fuéramos a poner gasolina... No vaya a ser que..."
Mamá: "No te preocupes, vamos a poner gasolina, que estoy bien"
Un ratito después fue cuando me sentí en un sitio familiar... La zona de urgencias de la clínica del Pilar. Unos meses atrás ya estuve aquí... Cuando a mamá le daban aquellos pinchazos tan fuertes.
Doctor Mallo: "Sandra, estas cosas son normales, y más aún si tuviste visita con el ginecólogo el pasado jueves. Te he hecho una ecografía, y Pol está bien y todo está listo para que salga, pero tendrías que hacer reposo 3 ó 4 días hasta que vayas al médico. Pol aún no está encajado pero tendrías que hacer bondad no vaya a ser que se precipite todo. Nada de pesos, nada de subir o bajar escaleras y reposo absoluto, mejor cama que sofá."
Mamá: "De acuerdo doctor".
Miré mi reloj y eran las 13:30 del mediodía, entonces me puse a gritar: "¡¡¡Quiero salir!!!!" pero todavía no me oía nadie.
Mamá: "Jordi, vamos a casa. Ya decíamos que no era nada y todo normal. Solamente tengo que hacer".
Papá: "De acuerdo. Iremos a buscar un pollo y así no tenemos que hacer la comida y poder descansar. Esta tarde tengo que llevar el partido del Mini femenino de Laura y Albert, pero llamaré a Iban a ver si lo puede llevar él para poder cuidarte".
Después de comer decidí que ya era hora de salir y empecé a empujar a mamá.
Mamá: "Jordi, tengo como unos pinchazos aquí..., es como si tuviera una presión muy fuerte. Me van y vienen por momentos.
Papá: "Sandra, coge el cronómetro de los entrenos y vamos a mirar el tiempo que pasa entre cada pinchazo que sientes. Intentaré averiguar en este libro si son contracciones o no."
Mamá: "Jordi, ahora ya son cada 7 minutos y me duran hasta 2 minutos".
Papá: "Pero de todas maneras no son nada regulares. Voy a llamar al hospital a ver que me dicen. Me han dicho que por teléfono no saben si son contracciones. Que vayamos, que está el mismo médico de esta mañana y que él podrá valorarlo".
Mamá: "Voy a ducharme a ver si me relajo y después decidimos".
Papá: "Ya te has duchado, todo sigue igual, así que vamos al médico que yo no quiero que Pol venga aquí".
¡¡¡Ya lo había conseguido!!! Los papás ya volvían al hospital, y ahora solamente me faltaba esperar a ver que decía el médico.
Enfermera: "Hola Sandra, te pondremos aquí en el monitor para medir las contracciones, tendrás que estar unos 40 minutos y ahora avisaremos a tu marido para que te acompañe".
Mamá: "Me duele..."
Papá: "Curioso esto del monitor, las contracciones se ven muy bien, llegas hasta 90".
Mamá: "¿Cuánto rato llevamos aquí? Me duele mucho la espalda, la posición es muy incómoda".
Papá: "Llevamos casi hora y media, ten paciencia".
Doctor Mallo: "Hola, tienes algunas contracciones pero no son muy regulares, todavía. Lo mejor que podemos hacer es que vayáis para casa y que volváis en 48 horas. Pero antes daremos un vistazo a Sandra. Jordi, espérate mejor en la salita de espera."
A mamá le dolía, y en voz baja le dijo a papá: "Me duele mucho. Yo no puedo pasar 48 horas así, y todavía menos, las 3 semanas que me quedan para dar a luz. O me dan alguna cosa para el dolor o me tiro al suelo, pero yo no me voy de aquí".
Y entonces oí:
Doctor Mallo: "Vaya, estás dilatada 7 centímetros. Sandra, enhorabuena, estás de parto. Todo el mundo preparado, avisen al anestesista, a la comadrona y al marido que está fuera. La cosa irá rápida. Son las 22:15 y posiblemente para las 23:00 Pol ya haya nacido."
¡¡¡Viva!!! ya estaba llegando mi hora.
Papá tuvo que correr mucho: ir a buscar las cosas del coche, hacer el ingreso de mamá, avisar a los “avis” que estaban unos en Calafell y los otros en Vilafranca, avisar a los tíos e ir a ayudar a mamá. Cuando llegó, mamá ya tenía la anestesia puesta y estaba hablando con la comadrona.
El médico de mamá, el Dr. Garcia-Esquirol, estaba fuera de Barcelona y no podía estar en el parto, pero tanto a mamá como a mí nos daba lo mismo que médico nos atendiera, solamente queríamos que yo saliera lo más pronto posible y que todo fuera bien.
La cosa al final fue un poco más despacio de lo previsto. Así que después de unos cuantos empujones vi la luz del quirófano a las 00:10 del...
Domingo, 15 de enero de 2006
Lloré poquito en el quirófano. Abrí los rápido ojos para ver que había a mi alrededor. Cuando la comadrona me pesó decidí que lo mejor era bautizarla, así que le hice una “meadita” encima. Al cabo de unos minutos me llevaron con mamá y papá.
Pesé 2880 gramos y medí 47 centímetros y, según decían los médicos y las enfermeras, mi cordón umbilical era de campeonato del mundo, ya que dijeron que medía, como mínimo, unos 90 centímetros.
Al cabo de un ratito salí por la puerta en brazos de mi mamá en la camilla. Fuera estaban esperando los “avis” y tíos. Todos estaban con los ojos llorosos y muy contentos de verme. Me subieron a la Nurseri y me pusieron en la cuna térmica para recuperar temperatura. Allí mismo los “avis” y tíos me pudieron ver con más tranquilidad.
A las 5:45 me llevaron a la habitación con mis papás, y estas son las primeras fotos que me hicieron:


¡¡¡Hasta pronto!!!
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